domingo, 31 de agosto de 2008

Imágenes perdidas

Arriba dice "Imágenes" y es solo una..., pero bueno, es una fotografía (nada buena) que yo tomé del "Edificio Amarillo" de mi escuela, la preparatoria Lázaro Cárdenas, aunque estoy consciente de que no es una foto impresionante me gusta mucho y quiero presumirla al igual que unas cuantas más que tomé el semestre pasado y que también son imágenes perdidas (porque no sé dónde están..., ya las perdí).

sábado, 30 de agosto de 2008

n .n

Disculpotas!, de nuevo he dejado pasar mucho tiempo para hacer publicaciones, y es que esta semana se fue volando, tuve muchísima tarea y no hubo tiempo de preparar algo para publicarlo u.u, hace unos poquitos días estuve buscando entre los amigos colaboradores para escribir en el blog, pero al parecer en este momento a todos nos están cargando la mano las ocupaciones, aun así si hay interesados sería genial porque lo que escribo yo es más o menos todo del mismo estilo.
El día de hoy hice dos publicaciones, un poemita que yo escribí y una opinión mía a cerca de un documental que hace poco pude ver y me gustó tanto que hasta lo compré n.n, y en esta semana publiqué la segunda partecita del cuento "¿Dónde quedó la luz?" o como dice el colega Fabián el cuento de los locos, espero que disfruten mucho del contenido que he tratado de ir actualizando, por lo que veo en este blog no he publicado mucho a cerca de musiquita (mejor dicho no he publicaDO nada sobre música), así que pronto habrán actualizaciones en ese aspecto y en el resto de los que según yo iba a abordar.
Por último le mando muchos saluditos a todos mis amigos, a los que me dejan comentarios en las entradas y en la tablita de chat, que ya no es azul, y también a los que ni se han asomado por el blog, ni modo no se enterarán que les mandé saludos, y bueno no solo a mis amigos también a los lectores del blog que pasan seguido por aquí y los que pasen solamente de transeúntes.

Remedios
30-08 -0 8

Apoliniatzi y la Revolución

“Muchos mexicanos no sabemos cuando comenzó y cuando terminó la Revolución porque la pobreza y el hambre siguen existiendo”

Se trata de un documental elaborado por el poblano Martín Juárez Montes originario de San Bernardino Chalchihuapan, un documental creado de la manera más austera con una cámara casera, pero que ha llegado a muchos rincones de nuestro país, incluso ha sido apreciado en festivales internacionales en países como Cuba donde “Revolución” no solo es una palabra. Entre los premios que ha merecido “Apoliniatzi y la Revolución” destacan premios al mejor documental en: “II Festival del cine corto ½ rincón de romos AGS, MEX 2008”, “III Festival del cortometraje independiente FECI”, y “III Festival de video indígena, Morelia Michoacán 07”.

Muchos ven el valor de este documental en la sencillez del hombre que diseñó la idea, ven este documental como un ejemplo de perseverancia, y claro que lo es, pero si bien es cierto que demuestra que aun las personas más sencillas pueden lograr grandes cosas, también es cierto que el valor de este corto no solo refleja eso, ya que la intención del señor Juárez Montes nunca fue dar a conocer su nombre, ni demostrar que podía grabar escenas tan dramáticas con una cámara sencilla como las que puede captar una de ultima tecnología, o que no solo las personas con preparación en cinematografía y medios multimedia pueden hacer cortometrajes, no, su intención fue narrar desde un punto de vista que pocos vivieron un hecho que como mexicanos todos conocemos.

Con el testimonio de una mujer de edad avanzada llamada Apoliniatzi (Apolonia), Martín Juárez reconstruye un poco de la historia que vivió un pueblo indígena durante la revolución, un poco de eso que nuestros libros de texto ignoran, porque nunca fue lo suficientemente trascendente como para mencionarlo, para mencionar la manera en que nuestros compatriotas huían de la muerte, cómo sobrevivían a las vejaciones que les hacían padecer algunos soldados, y las historias de algunos hombres que se unieron a la causa de Zapata, o cómo unos cuantos de los pobladores de Chalchihuapan fueron consumidos por la muerte antes de ver el final de una guerra de la que poco llegaron a saber, a pesar de que dicho poblado fue uno de los tantos campos de batalla que hoy en día nadie recuerda, un pueblo que en el documental observamos actualmente destrozado, sumido en la pobreza, olvidado, y aunque esto no lo diga directamente el testimonio de Apoliniatzi, es algo que se ve, algo que no se puede ocultar por más condenado al olvido que se encuentre, está ahí, como en muchas partes de nuestro país, lugares olvidados con su historia, con su lengua, con sus costumbres, rincones de México que al igual que muchos de nosotros “seguimos resistiendo a un puñado de vende patrias”.

Preguntas

Cuándo debemos elevar nuestra mirada
para encontrar un cielo azul,
libre de culpas, limpio de rencores y de olvidos,
sin nubes que nos muestren imágenes abstractas
y estrellas que nos llenen de esperanza.

Cómo podemos jugar a que nada pasa,
a que el mundo se detiene
y estamos libres para respirar un segundo.
Cómo tomar el tiempo y aprisionarlo entre las manos
para saborearlo mejor y no sentirlo pesado en el camino.

Quién habrá de venir a contarnos
historias que iluminen la conciencia,
que nos llenen de sabiduría
o a decirnos qué hay que hacer ahora.

Qué señal debemos esperar
para abrir los sentidos y encontrar la lucidez
que perdimos en el camino.
Qué responde a mis preguntas,
qué preguntas mías deben ser resueltas
y cuáles condenadas al olvido.

Dónde está el camino que hay que seguir,
dónde está escrito lo que está bien y lo que no,
hacia que lugar hay que correr para encontrar la razón del existir.

Por qué esperamos a que alguien conteste nuestras propias preguntas.

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Quién se robó la luz? (II)


-18, creo que lo único que podemos hacer es esperar a mañana – 3, ¿a mañana? ¿está usted loco?- 18, Sí, por eso estoy aquí, ¿cómo sabremos que el uno y el dos en verdad son médicos o que las del 3 al 7 son enfermeras y del 7 al 19 todos somos locos?, qué tal si entre nosotros hay… un embustero…- 6,¡Hombre deje la paranoia!... por supuesto que todos somos… somos … locos!... no no no, locos no… ustedes son locos… nosotros estamos cuerdos… - 1, por su voz puedo inferir que se encuentra nerviosa señorita número 6 – 6, Nada de eso… es que… soy… le tengo miedo a la oscuridad, eso es.


En un momento inadvertido, sin que nadie lo dijera pero todos lo desearan, volvió de la nada la luz que se les había robado, resuelto el crimen no debía haber algo más que capture la atención del lector incauto, sin embargo, tras los titubeos y la locura seguramente se esconde algo, la razón .La luz regresó, pero no hay culpables, no ha motivos, regresó y con ella trajo más que claridad a los ojos, trajo imágenes, trajo rostros…


- 1, Un momento, aquí no hay 12 locos. – 2 ¿Qué?, a qué se refiere señor, cómo que no hay doce, es cierto que algunos no participaron de nuestros diálogos, pero veo y veo que somos 19, no hay errores. – ¿Seis?, seis, seis, responda seis, sé que usted no es una enfermera. - 3, esperen dice que entonces nos falta una enfermera y nos sobra un loco. – 6, ¡No estoy loca! , no es que todos aquí lo están. – 2, no se atormente que todavía no logramos salir de aquí, hay luz, pero no llaves, sospecho que quien nos dejó sin luz se llevo las llaves… uhm entre locos debe haber confianza, alguno de ustedes debe saber dónde se metieron sus compañeros y dónde está la enfermera que falta. – 10, yo los oí. – 4, Cuándo, qué dijeron, quién es el autor intelectual de esto. – Yo los vi. – 1, y por qué no se fue con ellos. - ¿Está loco?, al mundo de los muertos no no no, mi esposo volvió y me quiere llevar, mis hijos, la mujer que murió en mi quirófano, todos muertos y todo me quieren igual. – 4, diagnostico: LOCA! – 18, yo les vi, eran todos fautores… - 1, este si debe saber, cuéntenos más si es tan amable. – 18, todos fautores de mi desdicha, criminales… Dicen que los pensamientos no tienen forma, no color o sabor, pero yo opino diferente, porque un sentimiento es un pensamiento que no se piensa con la cabeza, y yo tenía muchos, fautores de mi mala fortuna, y que a cada momento se iban apoderando de mi, sumiéndome en la más profunda amargura, comiéndose mis entrañas, sacándome los ojos como buitres, malditos, malditos todos ellos son animales de negro plumaje… insaciables. 1, Este también esta pirado, así nunca vamos a lograr nada señores, si se encuentran conscientes de que no están bien de sus facultades no intenten fingir. - Fui yo… - 5, ¿y que número sos?, pues no estoy loco, pero vendría siendo veinte, yo prendí la luz, yo la apagué, yo intenté escapar. -2, desgraciado!, dónde están los demás. – No sé, una enfermera les ayudo a escapar, yo me iba a ir con ellos pero… me dejaron – 1, ¿y las llaves? – Las tienen ellos . – 1 Genial de todo ellos tenemos al único que no nos sirve, el que no tiene las llaves. – 3, pero conoce una manera de salir de aquí puesto a que hace unos momentos no estaba entre nosotros, así que es más útil de lo que imaginamos. – Posiblemente, pero quizás estén equivocados conmigo, puesto a que no soy como ustedes dicen “un loco”, soy el celador del sanatorio x. – 2, No tenemos celadores. – Es usted un idiota y está loco, ya déjense de escándalos, ya estuvo bueno de este jueguito, si fuera de verdad el administrador de esta casa de la risa sería un verdadero inepto, mire que dejar escapar al resto de sus camaradas. – 2, dice que estamos locos?, pero si usted mismo ha respaldado nuestras ideas sobre la fuga. – Sí me arrepiento tanto, en serio o se duermen o les ponemos un sedante, y ya déjense de la jaladita esta de los numeritos.


Sin duda en un sanatorio, nada es como suele parecer, quizás me equivoque al pensarlo, pero acierte al decirlo, no sabemos si todos los que se encuentran dentro de la casa que mencioné en el primer párrafo estén locos, o si por lo menos uno de ellos esté en su sano juicio, de cualquier forma un “loco” carece de luz o por lo menos lucidez para juzgar lo que es normal y lo que no, lo que es coherente y lo que no, y todos en algún momento hemos estado locos, preguntándonos: ¿quién se robó la luz?

FIN

jueves, 21 de agosto de 2008

¿Quién se robó la luz?

Era una casa curiosa, pasaban de las ocho, horario invernal, afuera la vida seguía, el bullicio se encontraba a todo lo que da, consentido claro con la luz de los faroles de la calle donde se encontraba dicha casa donde siendo que los minutos estaban más allá de las veinte no había lámpara que combatiera la oscuridad que le invadía. Podemos claro pensar que dentro nadie había, pero sería suponer en falso, porque aunque afuera nadie lo diga, adentro, esa que por fuera yo llamo casa y otros manicomio, funge la función de casa, así que las circunstancias me dan la razón.

A pesar de lo que semeja, adentro hay personas, muchas, quizás unas treinta entre pacientes, doctores y enfermeras, efectivamente los de afuera no se equivocan, este es un manicomio, pero la construcción es una casa a la que no llamaremos manicomio, le daremos el nombre de sanatorio x por respeto a los que adentro desesperados comienzan a discutir. -¿Dónde quedó la luz? - La apagaron seguramente. –Y quién les dio permiso, acaso no son apenas las ocho.- Tranquilos señores, nadie se robó la luz, eso solo pasa en su mundo. - ¿Es una falla eléctrica?- No, alguno de los locos se pasó de vivo y se llevo las lámparas.- ¿Entonces no hay luz?- Estúpidos locos, siempre pasándose de vivos.-¿No estabas tú aquí en calidad de loco?- Qué cosas dices, soy el doctor encargado del sanatorio x, y soy un idiota que no sabe vigilar a sus locos y deja que estos le roben la luz.- Ahora no Ramón, de todos los locos tú eres él más insoportable cuando te lo propones. –Disculpe señor, no sabía que estaba aquí.- ¡Hombres! Ni cuando hay foco saben quien está en el mismo cuarto.- Señor, señora, con su permiso me atrevo a decir que si faltan lámparas no ha sido descuido mío. – Cállese impostor, usted no es el doctor, si los locos andaban en su hora de andar sueltos, aquí está usted, las enfermeras y yo, el otro doctor, ¿Cómo sabremos quienes son pacientes?. – Muy fácil, con las lámparas desaparecieron 11 pacientes, aquí hay cinco enfermeras, usted y yo, así que de los treinta que debería haber aquí contándonos a todos, solo hay 19, de los cuales doce están en calidad de recluidos. – Excelente Ramírez, es usted un excelente segundo al mando. - ¿Por qué no van a comprar unas bombillas y acabamos con esta locura? – Las llaves están en alguna parte que no recuerdo y no veo sin luz, por si fuera poco, la puerta está cerrada para evitar que los no sanos escapen. – Perfecto, su solución es tan buena que 11 ya se largaron, se me ocurre que nos enumeremos para no causar embrollos, el director será uno, el segundo doctor al mando 2, las enfermeras del 3 al 7 aleatoriamente y los locos del 8 al 19 aleatoriamente. – Perfecto, usted no parece estar loca. – No lo estoy, soy enfermera, la número 3, digan su nombre antes de hacer algún comentario y nos ahorramos el papelito. – Uno, disculpe la confusión . – 8 Ramiro, necesitamos de estos jueguecitos, acaso nadie aquí tiene un teléfono. – 2, todos están en el área de oficinas, para no perturbarlos a ustedes. – Maldito o maldita quien se haya llevado las lámparas, pese a lo que diga el 2, este fue un inicuo robo de luz.- 15, ¿Quién habrá sido?- 16, pienso que el ciego.- 19 Ese no ve nada. – No por eso nos envidia. – 1 aunque el estado lo prohíba, cuando aparezca el responsable, yo me encargo de que permanezca aquí de por vida. – 4 si gritamos quizás los de afuera nos escuchen, llamen a los policías y nos ayuden a salir. – 5 pero si aquí siempre hay gritos, es un manicomio, es una locura.

Mis manos

¿Quién se llevo mis manos?
estas no son las mismas que tenía ayer,
no son con las que pinté en el lienzo de mis recuerdos,
no son las mismas con las que escribí tantos versos.

Estas no son mis manos,
aunque estoy segura de que sirven para lo mismo:
tomar cosas, sentir texturas, brindar ayuda y caricias,
construir, armar rompecabezas, escribir,
moldear el barro o tocar la guitara.

Y es que son tan parecidas a las mías,
Igual tienen una palma con tres pliegues,
tienen cinco dedos cada una
y cada dedo tiene una uña
y cada uña su cutícula;
pero no son mis manos,
sé que no lo son porque les falta algo
y no tengo idea de que es
pero se ven raras,
no son las mismas que ayer colgaban de mi brazo.

Ahora que lo pienso:
extraño mucho mis manos,
me preguntó si fui yo quien las perdió
o si acaso me las habrán robado.

martes, 19 de agosto de 2008

De vuelta...

De nuevo aquí en el blog después de haberlo dejado por algún tiempo en el olvido, bueno no del todo si he hecho algunas publicaciones, terminé de subir el cuento “Hablemos de Olvido” (ojala a alguien le haya gustado), subí dos poemas “Llorar por nada” y “A propósito de cómo me siento…” (Los dos escritos por mi), y hemos recibido muchas visitas (sin contar a mis amigos y a los lectores que ya se han hecho frecuentes por aquí y el chat) a pesar de la poca atención que le he dado al blog estos días.

Bueno como ya fue mucha canción, mucha poesía y literatura, pues ya “chale”, hablemos de otras cosas que a fin de cuentas en este blog debe haber de todo. Hoy estaba leyendo el periódico “La Jornada” (es uno de los que leo al igual que “Cambio” y “El Columnista”), y no pude resistirme a escribir algo acerca de una nota de Claudia Herrera y Karina Avilés que me llamó mucho la atención.

Resulta que nuestro queridísimo presidente, el amigo de todos, por supuesto estoy hablando del señor Felipe Calderón ayer inauguró el ciclo escolar 2008-2009 en una ceremonia en la que se hizo acompañar por la secretaria de educación, Josefina Vázquez Mota, y por Elba Esther Gordillo, durante esta ceremonia el presidente hizo una serie de declaraciones cargadas con un poco de incongruencia, en mi opinión claro está, quizás otros las encuentren sumamente atinadas.
Calderón dijo que conforme a los resultados de la prueba enlace, en matemáticas “subimos bastante” ya que el porcentaje de buenos estudiantes pasó en un año de 22.3 a 27.7; que en ciencias naturales, el 41.4% del alumnado quedó en nivel ELEMENTAL, a lo cuál el expresó “a penitas de a panzazo, como decíamos en mis tiempos”; en cuanto a secundaria “tenemos que apretarle”; y acerca de español, 17.9% de los estudiantes tienen un nivel “bueno”, me pregunto: ¿qué es para este hombre un nivel bueno?, en mi opinión todas estas cifras son para llorar. Español y matemáticas son la base en un sistema educativo y nuestro país está mal, no solo en estos aspectos, debería ser una vergüenza decir que apenas alcanzamos el nivel elemental en ciencias naturales. Aunque no recuerdo bien, supongo que si el examen incluyó ciencias naturales igual debió contemplar historia, y si ni siquiera hubo comentarios al respecto de dicha área, ¡ni me imagino que bien debemos estar!, aclaro que fue sarcasmo solo para comentar, que como me dijo un profesor hace unos días, “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, quisiera saber si con los escasos conocimientos de historia que hay en nuestro país en un futuro seguiremos siendo gobernados por tan orgullosos presidentes, que alardean mucho y producen poco, para que México siga un país que en nivel educativo aprueba “apenitas de panzazo”.

lunes, 18 de agosto de 2008

Momentos pendientes...

"Del respirar de las piedras te hablo
de los cántaros, de los ríos secos en que he nadado
hasta hayarte sola y amaneciendo
como árbol de frutas secas.

Te hablo desde la tierra,
desde las hojas,
desde el pan que habita en la corteza de ciertas semillas,
de certas ideas, de horas sin sueño,
de dias sin hambre,
de noches sin lunes proximo, sin mañana distante.

Te escribo desde las tardes que nuestros pasos amaron.
Te escibo y te dejo un beso con el sabor del aire entre eucaliptos.
Te ecribo por no perderlo, por no dejarlo, por no olvidarme que aveces
talvez sin quererlo, me estes escuchando."

Un fragmento de una canción que adoro. No me gusta escribir de lo que me pasa, pero particularmente el día de hoy esta canción que se llama "Momentos Pendientes" me deja mucho que pensar sobre los momentos que yo he dejado pendientes, como hoy.
Sé que mis palabras no llegaran a quien debiera leerlas, y este es quizas el recurso más cobarde y distante, recurrir a una prosa para decir lo que de mi boca no logró salir, porque mucho de mi no logró salir, como mi corazón, como mis sentimientos y dolor, a veces y solo a veces y quizas ahora, esa de arriba es una hermosa canción, quizas mi favorita...

Hablemos de Olvido... (tercera parte)


- Entonces hablemos de olvido, ¿Me has olvidado?
- No… pero de verdad no te entiendo, ¿de qué me estás hablando?
- Otra vez la misma platica.
- ¿La misma platica?, ¿te encuentras bien?, no haces más que divagar y eso me confunde mucho.
- No divago, tú no entiendes…
- Explícame, quisiera que en este momento todo fuera como lo fue antes si es que hubo un antes, porque por más que busco, tú eres mi ahora.
- Después de tantos años
- No tengo idea de cuanto ha pasado del último beso, la última sonrisa, la última caricia, el último abrazo, la ultima despedida, pero no siento que hayan sido años.
- Y como en nuestras otras charlas debo explicarte que… moriste…
- ¿Morí?, estás demente aquí sigo, quizás seas tú y tu olvido que se niegan a ver que estoy aquí.
- ¡Vaya historia la nuestra!, no vivo en el sitio donde construimos nuestros recuerdos porque sería desangrar cada día una herida que no cicatriza, pero todo sigue igual en ese apartamento, y hay mucho más que también me duele y tortura.
- ¿Cómo qué?
- ¿Me crees?
- No sé.
- Ese reloj en el buro cerca de mi cama, ese maldito reloj que siempre marca las tres, la hora en que te fuiste, sin embargo el no hace distinción entre si fue en la madrugada o de día, yo si, fue el más terrible amanecer cercano de mi vida, y desde entonces no sé cómo, no sé por qué, pero todas las noches te sueño y siempre tenemos la misma charla, la misma discusión de las palabras…
- Tú no mientes, lo veo en tus ojos… entonces con qué esto es un sueño, pues si otro triste amanecer se aproxima, te juro que mañana no olvidare este diálogo, entendí por fin lo hice, y me contarás todo lo que te ha pasado y cómo has estado.
- No entiendes nada, porque yo despierto justo después del último beso, la última sonrisa, la última caricia, el último abrazo, la última despedida, y despierto gritando tu nombre… y a veces sólo a veces me encantaría que pudieras decirme aunque sea en estos locos sueños que me has olvidado y así cambiar el orden de nuestro diálogo, y que no haya besos, abrazos, caricias ni despedidas porque es justo tu dulce promesa de mañana no olvidar nada, la que esperanza para volver a dormir, y he dormido por tantos años y tú no te vas, no sabes cuánto me gustaría despertar.
- Te prometo que si no hablamos de olvido, yo no olvido.
- No tú no entiendes, estas palabras las he repetido por años y años.
Como de la nada ha vuelto aquí el narrador que observa todo lo que hacen, todo lo que dicen, en ese preciso momento se acercan y quien al parecer solo aparece en sueños, acaricia la mejilla de quien sueña, le abraza, le besa y tiernamente le dirige un “hasta mañana”. Aparece de nuevo en su cama, seguro deseando poder hablar enserio de olvido, y mientras tanto el reloj sigue marcando las tres.

miércoles, 13 de agosto de 2008

A propósito de como me siento...

A propósito de como me siento
Escribí unas líneas sin destino,
Corrieron lágrimas sin permiso
Me perdí en la nada sin motivo.


Y es que nada es lo que me queda
Después de un duro camino lleno de mieles y espinas,
Queda solo la nada imperdonable,
Impregnada de ausencias
No de amores, no de caricias, no de sonrisas,
No de algo ni de alguien,
Solo la nada que queda cuando
Los demonios que la mente aquejan se han marchado.


Se acabaron las penas, el dolor, la ira, la tristeza,
Se terminaron los recuerdos,
Los felices y los tristes,
No queda algo que evidencie
El pasado inmemorial del cual debí ser testigo,
No quedan vestigios, no quedan piedras,
Ni siquiera frías, no quedan.


No quedan triunfos, no quedan fracasos,
No quedan rostros, no quedan ilusiones,
Todo eso se ha marchado,
Todo eso parece cosa del pasado…


A propósito de como me siento,
Me pregunto:
¿Seré acaso yo algo del pasado?

lunes, 11 de agosto de 2008

Llorar por nada...

¡No llores más!
no llores nada,
porque llorar por nada
no merece las lagrímas que tus ojos derraman,
no merece el dolor que tu corazón padece.



Y como el mágico recuerdo de la nada,
se vislumbra liviana,
se respira temprana
la luz que necesitan mis ojos
para mirar la tristeza
y la agonía que te aquejan.



Yo lloro por ti y por mi,
tú sonrie,
no hay algo que sepas hacer mejor
saca de tu mente los recuerdos que te afligen,
yo saco tu nombre de mi boca
y tu rostro de mis lagrímas,
porque llorar por ti es igual a llorar por nada...

sábado, 9 de agosto de 2008

Hablemos de olvido (Segunda parte-el inicio)

Eran casi las nueve de la noche, nuestro personaje (cuya identidad, nacionalidad, nombre, y características físicas no son importantes, ya que se trata de una persona común como quien escribió esta historia o como quien la esta leyendo) se encontraba listo para comenzar su cita con Morfeo, tan preparado estaba para su ansiado descanso que una vez más, al igual que ayer y todos los días desde hace algunos años, no había reparado en que el reloj que se encuentra situado en el buro junto a su cama seguía detenido, marcaba las tres; pero parece que este hecho no tiene la más mínima importancia, porque a quien ya le llegó la hora del merecido descanso, se ha cubierto la cara con cobijas y antes de cerrar los ojos pronunció unas cuantas palabras que no se oyen claras, pero ¿para qué queremos escucharlas?, realmente no es algo que nos importe, aun así el atrevido narrador se ha tomado la molestia de redactarlas para que nadie se quede con la curiosidad, el ente que se oculta bajo las sabanas dijo: “espero que esta sea igual que todas las noches”.
Cambió súbitamente el escenario, no sabemos que ha pasado, nuestro ágil narrador no ha podido entender en qué momento llegó al barandal que se encuentra en frente del apartamento en el que hace unos momentos había estado chismoseando, no cabe duda a partir de este instante lo mejor es que la historia la cuenten los personajes, es mejor no meter a terceros en una historia de nadie.
- ¿Y si se me antoja seguir hablando?
- Pues entonces habla narrador, que ya te he hecho todo el trabajo.
- Pues si bien es cierto que perdí el hilo de la historia al menos, escritor, déjame decirle a quien está leyendo lo que veo.
- Como quieras, yo escribo lo que el lector lee.
- Pues bien, afuera del apartamento solo hay una persona, es quien mencionamos al inicio, se encuentra de pie, inmóvil viendo hacía la calle, no hay nada más… Oh esperen esperen acaba de entrar al cuadro un segundo personaje, bueno a partir de ahora que sean ellos quienes indiquen como sigue la historia.

(personajes)
- Es un poco temprano para que te levantes
- ¿Tú lo crees?
- Si, pero me alegra verte, casi pienso que no venías.
- Bueno es que últimamente he perdido noción de mi propia vida.
- Ya lo creo, ves el cielo.
- ¿qué tiene el cielo?
- Nada, ¿cuánto tiempo ha pasado?
- ¿Tiempo?, no entiendo… Me quieres explicar ¿por qué te mudaste?
- Solo vivo al lado.
- Aun así, no lo entiendo.
- Bueno ya vendrá el momento de explicar más adelante.
- De acuerdo, pero en el otro departamento, en el que no vives quiero decir, todo esta igual que la última vez que lo vi.
- Hace un largo tiempo.
- Siento que solo han sido unas horas.
- Igual que ayer… y antier.
- No entiendo.
- No importa, te digo que al rato te explico, mírate, estás igual.
- Tú te ves diferente, ¿me ausenté mucho tiempo?
- Eso creo.
- Caray, pero mira que el tiempo pasa, si que has cambiado, lo que no cambia es el cielo, sigue igual siempre.
- Quizás debamos hablar de algo más.
- ¿Por?
- Siento que esta platica está gastada.
- No lo recuerdo, aun así admite que el cielo es bello.

miércoles, 6 de agosto de 2008

817

Jajajajajaja, una buena broma...

Bueno antes que cualquier cosa, saludos!!! una disculpa por la larga ausencia pero las vacaciones ya se van a terminar y hay que sacarles todo el jugo que se pueda en estos días.

Como actualizaciones, el sabado subí un cuento de Julio Cortázar: "Instrucciones para subir una escalera", y hoy he puesto la primera parte de tres de un cuento que empieza por la mitad, aclaro esto porque para ser un cuento no se ha señalado un tiempo, espacio y personajes, y en los próximos días pues vendrán las otras dos partes.

Me alegra que he recibido correos, unos cuantos comentarios en las entradas y en la tablita azul de chat que pueden ubicar al lado derecho de la pantalla, y no solo eso (aquí viene el chiste) hoy recibí una notificaciones de "RedFind" que dice que este blog ocupa el lugar 817 de 1000 con una calificación de diez otorgada por un voto hahahahaha, a quien haya votado gracias!... aunque pensándolo un poco no me gustaría saber en que posición estaba colocado antes el blog.

Saludos, disfruten el contenido y lo que queda de las vacaciones.

Hablemos de olvido... (Primera parte)

- Maldito cielo, siempre azul; maldito reloj, todo el tiempo marcando la hora; maldita voz, siempre sonando, siempre hablando de ti y tu recuerdo, malditos recuerdos siempre recordando a gritos como era mejor todo cuando tú estabas; maldita ciudad, toda impregnada de ti, no puedo ir a los restaurantes, a los parques ni a los bares sin acordarme de ti...
- ¿Es esto un reproche?
- ¿Y por qué no?, maldita sea.
- ¿Maldita sea?, ¿yo?
- No tú, la pregunta, tu voz, tu rostro en mi mente y tu nombre en mi boca, tu sonrisa en mi recuerdo y tu huella en mis días... ¿Sabes qué?
- ¿Yo?
- Si
- Eso pensé... Y bueno, ¿es todo?
- No te apures, no es nada.
- Bien, así que, ¿Cómo te ha ido?
- Bien, y ¿a ti qué tal te va?
- Mal, no puedo negarlo, y como ahora veo que no te importa creo que puedo hablar sinceramente, yo no puedo hacer como que no veo la marcha del reloj separándome más de ti, yo no puedo mirar al cielo sin maldecirlo porque es azul...
- ¡Hey! yo lo maldije primero, así que ni te atrevas a hablarme de restaurantes, parques y recuerdos.
- Ok
- Te estoy vigilando.
-¿Puedo seguir?
- No te puse adhesivo en la boca ¿o si?
- No.
- Entonces sigue
- Puedo notar un toque agresivo en tus palabras.
- ¿Cuáles?, ¿las que intentas robarme?
- No te las quiero robar, solo quiero que veas que seguimos siendo iguales, seguimos pensando parecido, yo también maldigo al cielo por mostrarse todo inmenso y perfecto como tus ojos cuando estas sonriendo, yo también odio ir a lugares donde construimos recuerdos, yo también odio los recuerdos felices porque en todos tu estuviste, detesto saber que antes estábamos mejor. - ¿Cuándo tú estabas?
- ¿Cuándo yo estaba?... pero si aquí estoy contigo, ¿acaso no me ves?
- No... no tengo la seguridad para decir que te veo, maldita situación la nuestra... si tan solo la entendieras.
- Parece que no la entiendo, cuando yo estaba por favor, si yo me hubiera ido solamente hubiera sido por momentos como este, en que nos ponemos a maldecir todo lo que nos rodea, cuando maldecimos nuestros errores y recuerdos.
- Si quieres dejamos de maldecir y hablamos de otra cosa.
- ¿Cómo qué?
- ¿El clima? ¿cómo es en tu ciudad?
- De qué hablas, vivimos en la misma ciudad es un poco tonta la pregunta. Pero qué tal está el clima en tu nuevo hogar.
- Igual que en el viejo, solo vivo en el departamento de al lado.
- Esto del clima me confunde mucho.
- Entonces no hablemos del clima, hablemos de olvido, ¿me has olvidado?
...

sábado, 2 de agosto de 2008

Instrucciones para subir una escalera


Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso. Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie). Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.