jueves, 11 de febrero de 2010

La fiebre del 2010

Uno a veces no entiende ciertas cosas hasta que le toca de cerca, con el paso del tiempo, como vamos creciendo, nos volvemos presas de las mismas inseguridades, preocupaciones e intereses que la mayoría de las personas que han tenido nuestra edad vivieron algún día.

Seguramente lo que voy a contarles es algo inocuo para muchos, sin embargo me he puesto a pensar largo y tendido en los alcances de esta situación. Resulta que en mi estado hay elecciones este año, entonces a los jóvenes de 17 años, que alcancen la mayoría de edad antes de Junio, se nos permite tramitar nuestra credencial para votar desde enero, desde luego esta es una medida que ha tenido gran encanto y popularidaad entre las personas de mi generación, en los últimos días he visto a compañeros y amigos apuradísimos inventándose una firma o poniendo sus papeles en orden para ir al módulo del IFE por su credencial.

Por supuesto esta situación no tiene nada de malo, después de todo la concesión de sacar la credencial con anticipo es para que sea posible que emitamos voto en las proximas elecciones, sin embargo puedo apreciar que muchos de los conocidos que ya sacaron o están por sacar su IFE no están remotamente interesados en el hecho de que en unos meses el poseer ese cuadrito de plástico les confiere la responsabilidad de elegir a la persona que los gobernará, lo cual es verdaderamente inverosímil.

Sinceramente creo en la teoría en que está basada la política, y aunque la forma en que dicha teoría se pone en práctica en nuestro país no me agrada para nada, sé que es indispensable la participación ciudadana. Sí nos comportaramos más como ciudadanos seguramente muchas cosas serían diferentes en este país, mucho del rezago que existe es debido a que ignoramos nuestro deber cívico.

Constantemente escucho a mis compañeros opinando y quejándose de la política, repitiendo que el poder está podrido y los servidores se dedican a moler al pueblo mientras engordan sus bolsillos; y me pregunto, cómo carajo se quejan si ven el medio que les otorga poder el ciudadano solamente como un símbolo de "madurez" o un pase para comprar alcohol y cigarros sin prohibición. Dónde queda la autoridad moral que nos permite quejarnos por los atropeyos de nuestro gobierno si nosotros la pisamos primero.

De verdad me preocupa ver que en tanto tiempo mis amigos jamás se preocuparon por tener una firma y ahora como si la vida se fuera en ello improvisan en un par de días una sólo para conseguir la credencial lo más pronto posible. Ser mayor de edad es ser mayor de edad, y en eso se les va la vida, porque veintecinco días después los titánicos esfuerzos van a transformarse en un cuadrito de plástico con el que puedan entrar a los antros, a las películas de clasificación más allá de la B, comprar cervezas, cigarros, y por supuesto el poder hacérselas de muy adultos con los amigos, bendito favor nos hace el IFE.

Estoy conciente de que no todos los jóvenes vemos en la credencial para votar los mismos intereses, seguro habrá muchos como yo que están concientes de que además de todos los beneficios y facilidades que te confiere la mayoría de edad, existen responsabilidades y deberes cívicos que cumplir. Aparte de una identificación oficial, la IFE sirve para votar y confire responsabilidades ciudadanas, espero que si se encuentran en esta situación lo tomen en cuenta, porque el artículo 39 constitucional no está de adorno y sólo adoptando nuestras responsabilidades y adquiriendo conciencia lo podemos hacer valer, el gobierno debe servirle al pueblo y el dia que todos los mexicanos seamos concientes y responsables por fin dejará de oprimirnos.