sábado, 12 de junio de 2010

"Soy mexicano arriva la seleccion nacional" (sic)

Ayer comenzó el mundial de futbol con el esperadísimo partido inaugural México vs. Sudáfrica, no sé cómo estuvieron los ánimos en el continente Africano, pero aquí en mi país a todos les salió lo mexicano, desde muy temprano se escuchaban las bocinas de los autos; los cafés, botaneros, y bares abrieron desde temprano para ser los recintos donde se dieron cita aficionados que ansiosos esperaban el inicio del partido; el zócalo de Puebla también fue punto de reunión para futboleros de corazón, los asistentes observaron el partido en las pantallas que el gobierno dispuso transmitir los eventos deportivos del torneo de la FIFA.

Personalmente, no soy una persona que disfrute viendo el futbol, para mí ese deporte se ha convertido en una de las industrias más inicuas del capitalismo; sin embargo respeto que a mis amigos y compañeros les apasione observar este deporte e incluso participar de él. Mi problema con el futbol no es el futbol en sí, (y espero no estarme contradiciendo pero sospecho que no dejé mi idea clara) creo que como deporte puede ser muy saludable, alienta la convivencia y la competencia pacifica, esos tres puntos son lo que tengo a favor del futbol; Por otra parte, no me gusta la manera en que se comercializa, porque gracias a toda la publicidad hacia este deporte, el futbol se ha ido arraigando en nuestra cultura mucho más que nuestra historia.

Ayer en la tarde abrí mi cuenta de Facebook, leí las últimas actualizaciones de mis contactos (debo admitirlo puedo ser un poco chismosa en algunas ocasiones), muchos de ellos se unieron a grupos como: “porque durante el mundial no sé otra cosa que no sea fútbol”, “Soy Mexicano, arriva la selección nacional ” (sic) y “Si se puede”, entre otros. Luego abrí paginas de periódicos donde los encabezados se los llevaba el empate del partido, salgo a la calle y unos jóvenes en una camioneta negra gritaban frases como “si se pudo” y ondeaban una bandera de México; en Ciudad Universitaria y el centro de la ciudad al menos cuatro de cada diez personas(o más) portaban con gallardía la playera de la selección, y no me faltó ver a las personas que se pintaron una banderita en la mejilla.

Qué bonito es salir a la calle y ver ese espíritu nacional brotar por aquí y por allá, mirar a mis compatriotas amando verdaderamente este país con la misma intensidad que yo, por qué razón nunca antes me había percatado de ese nacionalismo que ayer invadía las calles.

¿Qué pasó en 1863 en México?, ¿Qué fue el Plan de Ayutla?, ¿Durante el gobierno de qué Presidente obtuvo la mujer su derecho al voto?, quiero salir a la calle a hacerle estas tres preguntas a al menos veinte personas, si al menos una de las veinte responde al menos dos sin titubear podré considerar que me equivoco con lo que escribiré a continuación, el sentimiento de amor que encontré ayer al salir a la calle es una falsedad, una falacia, una ilusión, una mentira. Cómo podemos considerarnos mexicanos si nos interesamos más por el futbol que por la situación actual de nuestro país, hay rincones de México donde las personas se mueren de hambre, donde no hay educación, donde hay problemas de los que la mayoría no se fija, cómo podemos llamarnos mexicanos si no conocemos nuestra historia, nuestra constitución, las bases que forjaron esta nación.


Continua…

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