martes, 4 de enero de 2011

A quién le gustó que el pasaje elevara su precio?

Confiada en la inmortalidad del cangrejo y cansada de poner el grito en el cielo me he dispuesto a escribir la primera entrada de la nueva década.

Iniciamos el 2011 con novedades,  felicitaciones de funcionarios públicos en Twitter, el discurso de la paz más choteado y un montón de buenos deseos e intenciones. En la bella ciudad de Puebla además iniciamos con un aumento de 20% en el costo del transporte público. Desde el día sábado primero de enero entró en vigor la nueva tarifa; las quejas no se hicieron esperar, asociaciones civiles, grupos estudiantiles y uno que otro sindicato han manifestado su disgusto, enviado peticiones al gobierno municipal y planeado una manifestación para este viernes. Como si algo se pudiera hacer vía Internet ya me llegaron invitaciones de grupos y eventos en Facebook y dos simpáticas cadenas que dicen lo mismo pero llevan firmas diferentes.

Me preguntaron que si no me molestó que subiera el pasaje, por supuesto que no me gustó. Qué puedo decir al respecto, ya habíamos pasado por este drama hace casi tres años cuando de cuatro pasó a cinco pesos, cómo olvidar la enorme manifestación que partió de Ciudad Universitaria y pasó por las escuelas de BUAP, el zócalo y el Carolino antes de llegar a Casa Aguayo. Recuerdo que a los de la Benito les cerraron la reja para que no salieron y el director de mi escuela se paró en la entrada como si fuera suficiente para que los deseosos de ir a la marcha retrocedieran. Fue una manifestación inmensa, el noticiero dijo otra cosa pero las personas que querían llegar a la firma de autógrafos de Belanova en San Francisco afirmarán lo contrario, porque para muchas fue difícil llegar por el  boulevard 5 de mayo. En ese entonces, yo poseía la plena certeza de que la causa tenía futuro, los estudiantes estaban muy bien organizados y otros grupos apoyaban el movimiento, así que participé (aunque eso me acarreó un montón de comentarios burlones de compañeros y amigos ). Las cosas no se terminaron con una marcha, las autoridades no cedieron así que días después se bloqueó el boulevard y otras avenidas importantes de la ciudad, sólo que esta ocasión hubo menor asistencia y apoyo, la razón: las personas comenzaron a aceptar el aumento y agacharon la cabeza (como siempre pasa en este país). 
Así fue como el pasaje se quedó en cinco pesos con el compromiso de los concesionarios de renovar unidades y brindar un buen servicio. Pasaron semanas, meses, un año... Y el servicio seguía siendo igual de malo:camiones destartalados emitiendo smog, con asientos hundidos o rotos (algunos) y choferes manejando como cafres. Ahora me vienen con que le suben nuevamente al pasaje, cuéntenme,  ¿qué pasó con las mejoras? Antes de hacer elevar el precio debieron respetar lo que dijeron que harían.
Me enoja que estén haciendo esto, una de las tantas disculpas es que será en beneficio de los choferes, que me digan de cuántos choferes estamos hablando, porque quien gana es el concesionario, de hecho cuando pasó el aumento anterior muchos choferes estaban en desacuerdo porque ellos salían perdiendo si las personas optaban por usar menos el servicio, pero no se quejaron porque los corrían (Es lo único comprensible).
Pregunto: ¿A quién le gustó que elevaran el precio del transporte? Lo hago porque sé que son muchas personas, pero también porque sé que igual que hace casi tres años habrán movilizaciones y manifestaciones al principio, al mismo tiempo que otras personas con gran indiferencia no harán nada, pero que al final tanto unos como otros se acostumbrarán y se doblarán. Si lo pregunto es porque me gustaría pensar que habrá unidad y que nadie se va a cansar, porque sólo así dejarán de tomarnos el pelo y trasquilarnos como ovejas.
Saludos y feliz año! 

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