jueves, 13 de enero de 2011

Los Dioses tienen problemas de comunicación

Es posible que lo que escribiré a continuación sea demasiado baladí, pero es el resultado de mis contemplaciones post-Guadalupe-Reyes.

Resulta que estos días me entretuve viendo unos cuantos episodios de la serie japonesa Saint Seiya, concluí que los Dioses tienen serios problemas. ¿Dónde comenzó este asunto?, recordé uno de los poemas épicos que se atribuyen al griego Homero (La Iliada), en dicho texto es posible apreciar que los Dioses tienen los peores defectos del ser humano, así como una enorme afición por la guerra, sus problemas, y los conflictos que van surgiendo entre ellos a partir del problema inicial, los solucionan enfrentando a los humanos, qué valientes.

No sólo ocurre en la Iliada y la Odisea, si ponemos en práctica un pequeño análisis de los relatos mitológicos que hemos escuchado o leído veremos que siempre es igual, pueden preguntárselo a Orión.

Me encantan los Caballeros del Zodiaco, sin embargo debo admitir que en esta serie se lleva a cabo mi hipótesis a niveles estratosféricos. Veámos, los defensores de Athena son humanos, que eventualmente tienen que luchar contra los generales de Poseidón (curiosamente también son humanos), los espectros de Hades (otra feliz coincidencia) y los Ángeles de Artemisa (¿Ícaro era hermano de Marín o vivo en el engaño?). Irónicamente, los tres últimos pretenden desaparecer a la humanidad ayudados por sus compinches (¡humanos!), válgame si se tiene que estar loco para ayudar tu jefe a destruir a tus congéneres, en fin; mientras esos tres pretenden deshacerse de nosotros, Athena defiende la tierra encarnizadamente y sufre en lo profundo de su corazón cuando se muere uno de sus caballeros, y entonces por qué no termina con el círculo de violencia y establece el diálogo. Si lo hace: ella va a visitar a Poseidón y termina encerrada en un soporte que la va a ahogar; le entrega la tierra a su hermana y luego sacrifica su sangre; y bueno, con Hades no lo intenta demasiado. Estuve pensándolo (Qué bien uso mi tiempo), los Dioses no son más que una linda ilustración de lo peor de los humanos: la envidia, la codicia, el orgullo, etc, etc, ellos muestran a todas luces la incapacidad de solucionar sus conflictos de manera diplomática, igual que el ser humano que también gasta su tiempo moviendo ejércitos y construyendo armas.

Es muy interesante abordar esta visión de las cosas, porque entre nosotros no existen Dioses que defender, pero los partidarios de la Guerra siempre ponen sus intereses económicos y el poder en un altar que buscan mantener intacto a costillas de los más débiles. En las guerras de humanos quienes se ponen sobre los humanos son ellos mismos, ahogados de sentimientos nacionalistas y de superioridad, destruyendo todo lo que nos rodea matándonos y matándose a ellos mismos. Si los seres humanos tuvieramos (como los Dioses antes ilustrados) seres inferiores que comandar de acuerdo a nuestros intereses, con qué crueldad lo haríamos, tomando en cuenta que entre nosotros mismos no existe piedad ni empatía.

Los problemas del mundo no son cosa de un Dios o un pueblo elegido, son simplemente problemas de comunicación entre nosotros que nos impiden convivir en armonía y vivir en bienestar de los demás.

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