En lo profundo de tus ojos encontré muchas estrellitas; de cuando en cuando me abren una puerta a lo profundo en tu mirar, al abrigo de tus brazos y al camino dónde te puedo encontrar...
Los astros que se esconden bajo tu rostro (y me tocan cuando tomas mi mano, y me miran cuando tus ojos reclaman la atención de los míos) son el camino que me lleva a recorrer entero tu ser: de la piel a los huesos, de tus palabras al cielo, de tu mano al infierno, perdón que lo diga de esta forma; pero es así, eres ahora el fantasma de mis alegrías y mis delirios taciturnos, eres mi nada y mi tiempo, eres el cielo claro que anhelo mirar cada mañana, eres la frente que quiero besar en momentos en que la dicha se escapa de tus manos.
Quizás no seas mi mañana, pero hoy no me arrepiento de decir que eres cada uno de mis pensamientos y que me muero por rescatarte del anonimato, mirarte de pies a cabeza y medirte de tu corazón a mis sueños, quiero que seas mis batallas, mi utopía y un montón de estrellitas.
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