Un libro que me tiene realmente cautivada desde que lo leí, pero que siempre he visto sumamente complicado reseñar ya que no es un texto común, sin embargo no pude abstenerme más de hacer algún comentario sobre esta obra de Julio Cortázar.
En alguna ocasión había publicado ya un cuentito de Julio bastante bueno, me encantaría poner fragmentitos del libro, pero comienzo a creer que ese le quita mucho sabor a la leída.
Este libro contiene textos, que, con el temor de errar, diré que son ensayos y anécdotas bastante interesantes. No es un libro autobiográfico sin embargo indirectamente nos muestra mucho a cerca del autor, así que si son fanáticos de Cortázar o lo empiezan a ser es una lectura recomendable.
Personalmente, este libro me ha gustado tanto que lo he leído unas cuatro veces, y es que es simplemente Cortázar con su tan singular estilo que conjuga la elocuencia con un buen uso del lenguaje que a veces llega a extremos en que es necesario acudir a un mayor grado de entendimiento, a cada vez que lo leo descubro cosas nuevas, quizás algunos más de esos mundos, y a cada vez quedo más y más maravillada.
1 comentario:
La vuelta al día en ochenta mundos, que como Cortázar decía: le debo el nombre a mi tocayo, es un libro incategorizable; aunque no es único, porque de este estilo es también Último Round (también en dos volúmenes, y en la misma editorial, Siglo XXI), e incluso, un libro, de otro argentino (Adolfo Bioy Casares), Guirnalda con amores, entra en esta categoría de libros con viñetas, con fragmentos, con cuentos, ficciones, ensayos y demás fragmentos literarios escritos en diferentes etapas.
La verdad es que los relatos y ensayos de este libro como: Louis, enormísimo cronopio; De la seriedad en los velorios; Melancolía de las maletas; Viaje al país de los cronopios; La caricia más profunda; Para llegar a Lezama Lima, etc., etc., son bellísimos y cada uno es una pequeña obra maestra.
En verdad un libro para atesorar y leer a menudo.
Saludos
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