Café con Cigarro

Te miro en una pintura colgada
en el muro que cruelmente nos separa,
es una obra que yo dibujé con palabras
en ausencia de pinceles,
es la imagen de una historia preciosa
que sutilmente escribí en mi mente
mientras tomaba café
y leía un libro que entre líneas te nombraba.


Ahora sé que tu ausencia a todos lados me acompaña
y me tortura con la presencia de aquel cigarro,
que al igual que yo,
jamás estuvo en tus manos o tocó tus labios
incluso parece frustrado,
pero a mi lado es un ser realizado,
él no supo de ti; y no sufre,
yo no sé de ti; y te extraño.


No te negaré que me equivoqué,
nunca te quise,
perdón por convertirte en mi capricho,
por meterte en mi destino,
por tenerte en mis poemas,
todos aquellos que ya se han hecho tuyos
y se han ido desgastando
cada vez que los leo y los rayo,
porque no soporto que a cada momento
te sigan nombrando...
Y a mi, me continúen torturando
por un error que cometí en el pasado.


Sé bien que no puedo regresar el tiempo,
pero te confieso que
aunque antes no concebía futuro si no era a tu lado,
ahora puedo aceptarlo,
y a ti..., no puedo negarte
por eso no quiero seguir huyendo,
por eso no deseo continuar escapando.


Perdón por el pasado
las palabras que salieron de mis labios
no me retracto de una sola
pero preferiría que pudieras olvidarlo.


¿Sabes?, me encantaría tomar tu mano
y que podamos ser amigos,
terminar con el juego de esquivar nuestras miradas y evadirnos.

Verás, mis intenciones son inocuas
y he de dejar todo claro justo ahora,
ya no siento lo que alguna vez mi corazón confesó,
pero hoy te ofresco mi amistad
y si la aceptas
espero estés dispuesto
a compartir conmigo
algo tan mío como es el concentrado de aquel grano
con algo tan tuyo como lo es el tabaco.


Entonces pues te invito a venir a mi lado,
cuéntame de tu vida,
si alguna vez lo necesitas puedes llorar en mi hombro,
platiquemos aunque sea por un rato
y disfrutemos juntos
el café con cigarro.