El martes ocurrió un hecho verdaderamente lamentable, una avioneta se estrelló a mitad del periférico en la ciudad de México, como resultado hay ocho muertos y alrededor de 40 heridos.
En todos los medios de comunicación se ha hablado de este percance, principalmente debido a que entre los pasajeros de la aeronave se encontraba el secretario de gobernación Juan Camilo Mouriño quien murió como resultado de la explosión, y es este quizás el mayor motivo por el cual después de tres días el tema sigue siendo noticia. No es que no lamente su muerte, es terrible leer en el periódico y escuchar en la radio hechos tan horribles como este, sin embargo me pregunto ¿por qué sigue siendo el tema más importante para todos los medios?, seguro tendrá que ver con que como resultado de este accidente murió la mano derecha del presidente Calderón.
Como ya dije, se ha hablado mucho de este accidente, hay demasiadas especulaciones al respecto, unos dicen que se trató de un atentado, otros que la aeronave estaba ya en malas condiciones, unos más le echan la culpa al piloto por no acatar instrucciones. Y mientras unos dicen y otros formulan hipótesis sobre qué causo el “avionazo”, unos cuantos nos hemos cansado de escuchar las conjeturas de los medios, nos hemos cansado de ver como se le rinden honores Mouriño, estamos indignados de que su nombre y el de José Luis Santiago Vasconcelos sean los únicos mencionados, de que sean las únicas muertes que la prensa lamenta, ¿acaso la muerte de los otros seis pasajeros no se equipara con la de estos dos personajes?, ¿por qué no vemos en la tele el dolor de la familia del piloto o el de la familia de alguna de las cuarenta personas que se encontraban en sus autos cuando cayó la avioneta?, por qué no se le rinde un homenaje a su memoria. Repito que no paso por alto la muerte de los dos funcionarios, sin embargo si me pregunto, qué pasa con el resto de la gente que sufrió con este fatídico evento, ¿por qué sus nombres no aparecen en encabezados?
Descansen en paz las victimas mortales de este horrible suceso, descansen en paz, incluso aquellos cuyo nombre los medios han condenado al olvido.
En todos los medios de comunicación se ha hablado de este percance, principalmente debido a que entre los pasajeros de la aeronave se encontraba el secretario de gobernación Juan Camilo Mouriño quien murió como resultado de la explosión, y es este quizás el mayor motivo por el cual después de tres días el tema sigue siendo noticia. No es que no lamente su muerte, es terrible leer en el periódico y escuchar en la radio hechos tan horribles como este, sin embargo me pregunto ¿por qué sigue siendo el tema más importante para todos los medios?, seguro tendrá que ver con que como resultado de este accidente murió la mano derecha del presidente Calderón.
Como ya dije, se ha hablado mucho de este accidente, hay demasiadas especulaciones al respecto, unos dicen que se trató de un atentado, otros que la aeronave estaba ya en malas condiciones, unos más le echan la culpa al piloto por no acatar instrucciones. Y mientras unos dicen y otros formulan hipótesis sobre qué causo el “avionazo”, unos cuantos nos hemos cansado de escuchar las conjeturas de los medios, nos hemos cansado de ver como se le rinden honores Mouriño, estamos indignados de que su nombre y el de José Luis Santiago Vasconcelos sean los únicos mencionados, de que sean las únicas muertes que la prensa lamenta, ¿acaso la muerte de los otros seis pasajeros no se equipara con la de estos dos personajes?, ¿por qué no vemos en la tele el dolor de la familia del piloto o el de la familia de alguna de las cuarenta personas que se encontraban en sus autos cuando cayó la avioneta?, por qué no se le rinde un homenaje a su memoria. Repito que no paso por alto la muerte de los dos funcionarios, sin embargo si me pregunto, qué pasa con el resto de la gente que sufrió con este fatídico evento, ¿por qué sus nombres no aparecen en encabezados?
Descansen en paz las victimas mortales de este horrible suceso, descansen en paz, incluso aquellos cuyo nombre los medios han condenado al olvido.
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